Cuando una persona termina su relación laboral con la empresa para la que prestaba servicios es normal que surjan dudas legales. Tanto si la extinción se ha producido por un despido como si es por voluntad propia, suele haber algunas dudas que el trabajador necesita resolver. En concreto aquí nos centraremos en el preaviso.

El preaviso genérico que señala el Estatuto de los Trabajadores es de 15 días. Sin embargo, puede haber casos donde el preaviso sean mayor -por ejemplo 30 días-, por lo que siempre es conveniente revisar el Convenio Colectivo para estar seguros de que lo cumplimos. En caso de no hacerlo la empresa tendrá derecho a descontarnos los días que no hemos cumplido, en el tiempo que reste hasta completar el citado plazo de 15 días.

Pero por otra parte hay que saber que las empresas también tienen la obligación de avisar anticipadamente al trabajador que van a despedir. En los despidos objetivos están obligadas a dar un preaviso, también con 15 días de antelación. Si no lo hacen se podría considerar que el despido no ha cumplido con la forma prevista, lo cual daría derecho a reclamarlo.
En los despidos colectivos siempre debe haber un periodo previo de consultas con los representantes de los trabajadores. Una vez terminado este periodo, también debe cumplir el preaviso que acabamos de señalar. El único despido para el cual no existe obligación de preavisar es el despido disciplinario, el cual se recoge en el artículo 54 del Estatuto de los Trabajadores.

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Nos referimos en este post a un conjunto de hábitos, actos, relaciones, acciones que le dan a las leyes cuando se aplican e interpretan por los operadores jurídicos. Este componente alude a un contenido que en forma de ley no escrita, los operadores jurídicos le otorgan y le dan a las reglas y los principios que se encuentran en el componente formal normativo.

Para terminar, son leyes no escritas ni promulgadas por ninguna asamblea legislativa ni producidas formalmente, pero que si son tenidas en cuenta por quienes administran justicia.

El componente político-cultural: Alude al conocimiento y las acciones que la ciudadanía tiene y hace del Derecho y además a lo que la doctrina jurídica piensa del Derecho. Es el comportamiento que la gente norma adopta en su actitud lo que piensa sobre el Derecho.

Puede haber una presión en el componente formal normativo a través de los movimientos sociales, pero nos podemos encontrar también una presión de los poderes fácticos (poder económico, de los medios de comunicación, financiero).

Boaventura de Sousa Santos es uno de los referentes en el pensamiento crítico a nivel mundial. Habla de tres elementos que forman parte del Derecho:

Retórica: Hace referencia a una forma de comunicación y una estrategia de toma de decisión basada en la persuasión y en la convicción. En ella aparecen artefactos, elementos, instancias verbales y no verbales, etc.

Burocracia: Igualmente es una forma de comunicación y una estrategia de toma de decisiones basada en la imposición autoritaria y jerárquica.

Violencia: Igualmente es una forma de comunicación y una estrategia de toma de decisiones basada en la amenaza de la fuerza física y psíquica. Generalmente es la policía quien representa la dimensión violenta del Derecho. La amenaza puede ser real o potencial.

De igual modo, Boaventura parte de un paradigma pluralista del Derecho. No es solo el Estado quien crea el Derecho, sino otros sujetos también lo hacen.